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Se espera que Sebastian Vettel a unirse al equipo con sede en Maranello la próxima temporada, pero se necesitará más grandes fichajes para luchar de nuevo a la parte superior en la F1
Incluso Michael Schumacher necesitó cuatro años en Ferrari antes de ganar el campeonato de pilotos en un coche rojo.
Como dijo el ex director del equipo, Stefano Domenicali, a principios de esta temporada, el problema con el coche 2014 de F1 de Ferrari, el F14T, es que no tiene un problema; convirtiéndolo en un ganador de la carrera normal habría requerido una transformación en todos los ámbitos, desde el motor a su aerodinámica, y claramente eso ahora no va a suceder.
Así que toda la atención se centra en el coche de 2015. La buena noticia para Ferrari es que la congelación de motores que aplica a la fórmula de 2.4 litros ya no existe. Aunque hay algunas restricciones limitadas sobre qué cambios se pueden hacer para el tren de potencia durante el invierno, existe la posibilidad de Ferrari (y Renault) para modificar masivamente sus motores en un intento por volver a un acuerdo con Mercedes-Benz.
Por otra parte, las regulaciones también limitan las pruebas de pretemporada aún más, que prohíbe por completo fuera de Europa y la imposición de una nueva limitación de tiempo de túnel de viento.
Aun así, Ferrari se anticipa que, con un nuevo sistema de propulsión para ayudarles a conseguir en un acuerdo con Mercedes-Benz y el diseñador estrella Adrian Newey ya no frente y al centro en Red Bull, hay por lo menos la oportunidad de recuperar el terreno perdido.
Si la pérdida de Fernando Alonso y la obtención de Sebastian Vettel le ayudará en esta búsqueda aún está por verse. Pero los paralelismos entre la llegada de Vettel en Maranello y la era en última instancia éxito iniciado por Michael Schumacher en 1996 se perderán en nadie. Ferrari tendrá que esperar mucho de que la historia se repita.
Por último, está el lado de la gestión. Es demasiado pronto para decir si el nombramiento de los inexpertos Marco Mattiacci como director del equipo, fue un error, un golpe de genio o de cualquier otra cosa.
Pero persisten los rumores del regreso de Ross Brawn a Ferrari. Si puede ser engañado, si Vettel resulta un éxito, si Ferrari puede hacer un motor, así como Mercedes y Red Bull si se encuentra en problemas aún más por la ausencia de Newey, quizá Ferrari puede volver a la cima.
Incluso Michael Schumacher necesitó cuatro años en Ferrari antes de ganar el campeonato de pilotos en un coche rojo.
Como dijo el ex director del equipo, Stefano Domenicali, a principios de esta temporada, el problema con el coche 2014 de F1 de Ferrari, el F14T, es que no tiene un problema; convirtiéndolo en un ganador de la carrera normal habría requerido una transformación en todos los ámbitos, desde el motor a su aerodinámica, y claramente eso ahora no va a suceder.
Así que toda la atención se centra en el coche de 2015. La buena noticia para Ferrari es que la congelación de motores que aplica a la fórmula de 2.4 litros ya no existe. Aunque hay algunas restricciones limitadas sobre qué cambios se pueden hacer para el tren de potencia durante el invierno, existe la posibilidad de Ferrari (y Renault) para modificar masivamente sus motores en un intento por volver a un acuerdo con Mercedes-Benz.
Por otra parte, las regulaciones también limitan las pruebas de pretemporada aún más, que prohíbe por completo fuera de Europa y la imposición de una nueva limitación de tiempo de túnel de viento.
Aun así, Ferrari se anticipa que, con un nuevo sistema de propulsión para ayudarles a conseguir en un acuerdo con Mercedes-Benz y el diseñador estrella Adrian Newey ya no frente y al centro en Red Bull, hay por lo menos la oportunidad de recuperar el terreno perdido.
Si la pérdida de Fernando Alonso y la obtención de Sebastian Vettel le ayudará en esta búsqueda aún está por verse. Pero los paralelismos entre la llegada de Vettel en Maranello y la era en última instancia éxito iniciado por Michael Schumacher en 1996 se perderán en nadie. Ferrari tendrá que esperar mucho de que la historia se repita.
Por último, está el lado de la gestión. Es demasiado pronto para decir si el nombramiento de los inexpertos Marco Mattiacci como director del equipo, fue un error, un golpe de genio o de cualquier otra cosa.
Pero persisten los rumores del regreso de Ross Brawn a Ferrari. Si puede ser engañado, si Vettel resulta un éxito, si Ferrari puede hacer un motor, así como Mercedes y Red Bull si se encuentra en problemas aún más por la ausencia de Newey, quizá Ferrari puede volver a la cima.
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