Cuando la instalación, que costó más de 5 millones de libras, fue anunciado por primera vez estoy seguro de que no estaba sola en la crianza de un ojo burlón y preguntándose por qué un fabricante que vende principalmente automóviles orientados a la familia siente la necesidad de clavar sus mulas de prueba alrededor del Nordschleife .
Una cosa es utilizar el Infierno Verde para poner a punto la dinámica de un coche de altas prestaciones, pero es poco probable que un día de fiesta de la familia se va a incluir una vuelta nudillos blancos de una pista con dos niños en la espalda y un bootful de equipaje.
Así que ¿por qué los fabricantes de automóviles sienten la necesidad de afinar sus coches en el circuito más agotador del mundo?
Ayer, en la inauguración de la segunda generación del Hyundai i20 en Alemania, tuve la oportunidad de poner esa pregunta a Martin Bott. A medida que el ingeniero jefe de pruebas y desarrollo de vehículos de Hyundai Motor Europe, su papel consiste en revoloteando entre la sede europea de Hyundai en Rüsselsheim y la nueva instalación en el circuito de Nürburgring.
"El centro de pruebas es nuestra mesa de trabajo prolongado," dice. "Tenemos algunas pistas de prueba cerca de nuestra sede en Russelsheim, pero no son realmente utilizables para pruebas de durabilidad y fiabilidad o para aspectos tales como giro la suspensión.
"En el interior, el centro de pruebas tiene la misma tecnología que tenemos para probar nuestras maquetas en Russelsheim y las mismas herramientas."
Lappery Nordschleife no siempre se trata de perseguir a un tiempo de vuelta rápida. De hecho, muchas de las vueltas no son incluso llevó a cabo justo en el borde irregular, pero a la vez objetivo consistente.
"Contamos con conductores profesionales que están allí todos los días y lo hacen alrededor de 20 vueltas por día," dice Bott. "Nos da una gran cantidad de comentarios de inmediato porque tenemos varios coches que funcionan al mismo tiempo.
Una cosa es utilizar el Infierno Verde para poner a punto la dinámica de un coche de altas prestaciones, pero es poco probable que un día de fiesta de la familia se va a incluir una vuelta nudillos blancos de una pista con dos niños en la espalda y un bootful de equipaje.
Así que ¿por qué los fabricantes de automóviles sienten la necesidad de afinar sus coches en el circuito más agotador del mundo?
Ayer, en la inauguración de la segunda generación del Hyundai i20 en Alemania, tuve la oportunidad de poner esa pregunta a Martin Bott. A medida que el ingeniero jefe de pruebas y desarrollo de vehículos de Hyundai Motor Europe, su papel consiste en revoloteando entre la sede europea de Hyundai en Rüsselsheim y la nueva instalación en el circuito de Nürburgring.
"El centro de pruebas es nuestra mesa de trabajo prolongado," dice. "Tenemos algunas pistas de prueba cerca de nuestra sede en Russelsheim, pero no son realmente utilizables para pruebas de durabilidad y fiabilidad o para aspectos tales como giro la suspensión.
"En el interior, el centro de pruebas tiene la misma tecnología que tenemos para probar nuestras maquetas en Russelsheim y las mismas herramientas."
Lappery Nordschleife no siempre se trata de perseguir a un tiempo de vuelta rápida. De hecho, muchas de las vueltas no son incluso llevó a cabo justo en el borde irregular, pero a la vez objetivo consistente.
"Contamos con conductores profesionales que están allí todos los días y lo hacen alrededor de 20 vueltas por día," dice Bott. "Nos da una gran cantidad de comentarios de inmediato porque tenemos varios coches que funcionan al mismo tiempo.
